jueves, 11 de febrero de 2010

CARTA DE LEOPOLDO DE TRAZEGNIES GRANDA A ENRIQUE VILA-MATAS


Sr. Enrique Vila-Matas
Diario El País



Sevilla, 28 de febrero de 2004                 
                
Me ha sorprendido gratamente ver en el homenaje tributado a Augusto Monterroso en Babelia (El País, 28-2-2004) un artículo mío reproducido con pequeños cambios por un escritor de producción tan fecunda como la suya. En caso de tratarse de una casualidad, lo celebraría igualmente por lo insólito de la coincidencia en dos textos tan breves.
                   Su comentario está estructurado de la misma manera que el mío, expone las mismas ideas en el mismo orden, escoge las tres mismas citas que yo de la vasta obra del escritor hispanoamericano y finalmente obtiene las mismas conclusiones, a veces utilizando idénticas frases y en otras modificándolas ligeramente.
                   Me sentiría halagado si hubiera utilizado mi modesto homenaje a Monterroso para hacerlo pasar como propio, si no fuera porque demuestra por su parte un desprecio al escritor guatemalteco, al que sólo ha querido dedicarle los segundos necesarios para modificar un texto ajeno que encontró en internet y mandarlo a El País como si fueran palabras suyas.
                   A continuación muestro la página de internet donde figuraba mi artículo (con fecha 6-5-2000), a la que le he añadido el suyo para que todo el que quiera pueda comparar las "asombrosas" diferencias que hay entre su texto y el mío.

Cordialmente


Leopoldo de Trazegnies Granda
……………………….



La pradera 

Extracto del libro: La lámpara de un cretino
(ISBN: 84-607-0756-3)


El ábaco roto. Sevilla, año 2000.


Autor: Leopoldo de Trazegnies Granda   
De lo primero que publicó Augusto Monterroso fueron sus "Obras Completas (y otros cuentos)"; irónicamente nos insinuaba queempezaba por el final y además se dejaba fuera "otros cuentos". En ese desconcertante librito figuraban varias cosas que podían llamar la atención del lector, por ejemplo el cuento más corto del mundo, que transcribo:


        "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
      Había otro extraño cuento titulado "Vaca"que sorprendía por su ternura surrealista: vaca muertita a la orilla del tren que no tendría quien le editara sus obras completas.

      Casi cuarenta años más tarde ha publicado"La vaca". Como si no se hubiera muerto el animal y continuara inspirando sus textos de forma lenta y fluída.
      No nos podemos imaginar una vaca retórica,ni afectada, ni amanerada, el título es pues tan natural como su literatura.
      En la narrativa del escritor guatemalteco podemos pastar tranquilamente. Lo que más atrae de Monterroso es su inmediatez con el lector, de forma que se pierde el ángulo de visión y a veces no sabemos si el autor nos está leyendo la historia o si nosotros se la estamos contando a él. La sensación es gratificante, porque nos transfiere su inteligente escepticismo, su ironía, por la estupidez humana, su versión amable y sorprendente de la vida.

 El gran misterio de sus libros es cómo pueden calar tan hondo el ánimo de las personas con palabras tan sencillas.……………………………
Obras completas 

Homenaje a Augusto Monterroso
(Babelia - El País, 28-2-2004)

Autor: Enrique Vila-Matas   
Nadie antes en la literatura había debutadoasí. Con una colección de relatos titulada Obras completas (y otros cuentos). ¿Quién deseaba acabarlas? Para colmo, el libro contenía el relato más breve del mundo. Y se levantaba contra la Solemnidad. Y, además, empezaba por el final, puesto que Obras completas era el título del último cuento. Del último cuento del volumen, que no de las obras completas del autor, que en los siguientes años se dedicaría a situarse, con la astucia de la oveja negra, a la altura de Rulfo y Borges.
      Contenía el libro momentos de alta ternura cervantina y superrealista: "A la orilla del camino vaca muerta muertita sin quien la enterrara ni quien le editara sus obras completas ni quien le dijera un sentido y lloroso discurso por lo buena que había sido".
      Al cabo de los años La vaca volvería, pero sólo para dejar incompleta la obra y para recordarnos lo bueno que Monterroso era.


      No le dieron el premio Cervantes los tarugos de siempre. Porque no era solemne ni engreído. Y porque no había escrito, decían, sus Obras Completas. 
http://www.trazegnies.arrakis.es/

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