jueves, 11 de febrero de 2010

Carta de Friedrich Nietzsche a Lou Salome


Lou:

Que yo sufra mucho carece de importancia comparado con el problema de
que no seas capaz, mi querida Lou, de reencontrarte a ti misma. Nunca
he conocido a una persona más pobre que tu:
Ignorante pero con mucho ingenio
Capaz de aprovechar al máximo lo que conoce
Sin gusto pero ingenua respecto de esta carencia
Sincera y justa en minucias, por tozudez en general
En una escala mayor, en la actitud total hacia la vida:
Insincera
Sin la menor sensibilidad para dar o recibir.
Carente de espíritu e incapaz de amar
En afectos, siempre enferma y al borde de la locura
Sin agradecimiento, sin vergüenza hacia sus benefactores…
En particular:
Nada fiable
De mal comportamiento
Grosera en cuestiones de honor…
Un cerebro con incipientes indicios de alma
El carácter de un gato: el depredador disfrazado de animal doméstico
Nobleza como reminiscencia del trato con personas más nobles
Fuerte voluntad pero no un gran objeto
Sin diligencia ni pureza
Sensualidad cruelmente desplazada
Egoísmo infantil como resultado de atrofia y retraso sexual
Sin amor por las personas pero enamorada de Dios
Con necesidad de expansión
Astuta, llena de autodominio ante la sexualidad masculina.

Tuyo
Friedrich N.

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